Page 13 - 1-EL VIAJERO INDECISO-1917
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                         Poesías Completas  Alfredo R. Bufano

                    yo te siento en la entraña de la cumbre asombrosa
                       y en la gota más breve del más breve rocío.

                     Yo te siento en la arena y en la flor del sendero,
                       en el musgo sedoso y en las ramas del pino,
                         en la tenue florcilla del gentil duraznero,
                      en la gota de agua, y en la estrofa de un trino.

                       Yo no puedo negarte. Mi espíritu se aquieta
                       viéndote a ti encarnando la Infinita Sustancia
                       y ante tu obra profunda, como carne y poeta
                      deshojo el huerto mustio de mi insignificancia.

                         Existes. No es posible recibir el reproche
                        magnífico y solemne de la clara armonía.
                      ¡Demasiado nos hablan los astros en la noche,
                        y mucho nos aplasta la magnitud del día!

                    ¡Oh, Dios, cómo es posible negarte un solo instante
                     si en todas partes vemos refulgurar tu nombre?
                       Y al ser nosotros obra de tu brazo imperante
                      al negarte, Dios mío, se reniega a ser hombre!


                        BALADA DE HUMILDAD Y DE CANSANCIO

                   ¡Oh, quién pudiera ser un humilde pastor de antaño
                     para ser dulce, para ser tierno, franco y sencillo;
                      vivir sonriendo, sin las congojas del desengaño,
                        plácidamente sacando notas al caramillo!

                      ¡Oh, la armonía de una mañana de primavera,
                      corriendo campos llenos de luces y de colores,
                     con toda el alma puesta en el alma de la pradera,
                       de los arroyos, y de los pinos con ruiseñores!

                     Ir por los campos, serenamente, sin más cuidado
                     que las ovejas que van delante balando al cielo,


                                          11            Carlos Barros Ediciones
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