Page 7 - 19-TIEMPOS DE CREER-1943
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                         Poesías Completas  Alfredo R. Bufano

                               PALABRAS PRELIMINARES

                Los escritores  y  poetas que vivimos en provincias no estamos
           acostumbrados, ni mucho menos, a que los editores de Buenos Aires se
           acuerden de nosotros. Trabajamos en silencio, y cuando queremos
           publicar un libro, debemos hacerlo, la mayor parte de las veces, a costa
           de nuestras magras finanzas.
                Las provincias argentinas han contribuido y contribuyen en
           forma auténticamente poderosa a la cultura de la República. No es
           necesario hacer nombres. Todo buen argentino los conoce. Por esta
           razón es inexplicable que los editores no miren de vez en cuando hacia
           el interior del país. Si lo hicieran con frecuencia, estoy harto seguro que
           ganarían la abierta simpatía de un gran sector del público argentino.
                Acostumbrado, pues, como estoy, a esta indiferencia de los
           editores porteños, fácil es colegir la satisfacción y el honor que
           representa para mí la publicación de este libro por la Editorial Kraft, en
           su hermosa colección “Itinerario Poético Argentino”.
                El hecho, poco menos que inusitado,  cobra mayor valor si se
           conoce cómo se produjo. Una tarde del  mes de octubre de  1941,
           hallábame yo, solo como de costumbre, en un bar de San Rafael, en
           donde vivo voluntariamente retirado desde hace veinte años. Miraba
           yo  —también como de costumbre— con aire distraído las cosas que
           ocurrían a mi alrededor. De pronto vi que se acercaba a mí mesa un
           caballero rubio, joven y sonriente. Yo me estremecí, porque me pareció
           un turista. Vestía campera de gamuza y bombachas, y calzaba botas de
           montar. Toda su persona irradiaba una clara simpatía. Esto me
           tranquilizó. Pero bien pronto mi tranquilidad se transformó en
           asombro.
           El caballero se presentó. Era  el doctor Guillermo Kraft. Después de
           un cambio de palabras cordiales y corteses, me preguntó si yo conocía
           las ediciones que estaba haciendo su casa de algunos libros de autores
           argentinos. Le contesté que había tenido ocasión de admirar
           ejemplares de “Por donde corre el Zonda”, de Echagüe, y de “Córdoba
           Azul”,  de Capdevila.  Bien, me respondió. La Editorial Kraft quiere
           publicar un libro suyo sobre Mendoza. Mandaremos especialmente a
           un pintor de Buenos Aires para que ilustre sus poemas aquí mismo.


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