Page 16 - CALLES DE BARRO

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Héctor Toledo

precario refugio de nylon negro que les vendió el
patrón junto con la harina para preparar el reviro,
que es la mezcla con aceite y agua, único alimento
disponible durante el proceso de zafra. El clima
diverso del norte se ensañaba con ellas y no
resistieron sus débiles cuerpos. La mano huesuda y
rugosa de la abuela toca algunas ropitas del nieto
que ya no dormirá su sueño chiquito en camas de
pasto bajo la sombra del yerbatal. Su almita quedo
presa entre las hojas que formaron la cuna de yerba
mate, pero seguro que volverá en cada infusión
servida con indiferencia al ignorar su proceso.
La abuela Chela sabe que todo tiene su eco
cuando recuerda los días en que decidieron cortar la
ruta en Oberá reclamando ser escuchadas y exi-
giendo ser beneficiarias del plan ”Argentina traba-
ja” para poder tener una ayuda más en el tiempo sin
zafra y marcharon hacia Posadas para llevar un
petitorio…la plaza 9 de julio fue el lugar donde
armaron sus carpas para elevar las humildes pan-
cartas con ortografía de damas del monte. Los
transeúntes miran con asombros aquellas mujeres
de pieles asoleadas que querían hacerse escuchar.
La prensa local invadió el lugar, fotos y testimonios
orales, aunque ellos sabían que la difusión estaba
condicionada por los dueños de la información
Desde las ventanas de la casa de gobierno
miran curiosos e insensibles el movimiento de estas
mujeres. La frialdad del poder toma decisiones im-
portantes, mientras se aflojan el nudo de la corbata
y regulan el aire acondicionado.

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