Page 10 - EL PORTAL DEL TIEMPO

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y la verdad no lo vi.
─Conduzco yo si quieres- dijo Jorge.
─No tranquilo, todo está bien, además ya estamos lle-
gando, no te preocupes, iré más despacio.
Así continuaron su marcha hasta llegar a casa de Agus-
tín .
─Oye, aquí no hay nadie, la luz está apagada, prueba
golpeando la ventana de su habitación, tal vez este escu-

chando música con sus auriculares o mirando televisión
-dijo Jorge.
─¡Cuidado! Algo se aproxima -gritó Gustavo señalan-
do con su mano derecha al oscuro bosque.
─Jajaja, es Enzo, el perro de Agustín -respondió Jorge-
Ven aquí amiguito. -Decía mientras acariciaba al animalito
que no paraba de hacerles fiesta y ladrar.
─Oigan, ¿Que hacen aquí a esta hora?
─¿Cómo estás? -exclamó Gustavo. Venimos a buscarte
para ir a dar una vuelta, ya que es viernes y el clima está
bastante bueno.
─¿Cómo estás Jorge? -preguntó Agustín.
─Mira, mejor no le preguntes -refirió Gustavo -ha esta-
do un poco paranoico con eso de que se va acabar el mun-
do y otras cosas.
─Oye, oye -respondió Jorge, algo enojado- yo no he
dicho tal cosa, no pongas en mi boca palabras que yo no he
dicho, jamás mencioné que se terminara el mundo ¿Cómo
podría saberlo? Solamente dije que tenía un mal presenti-
miento
─Te entiendo -le dijo Agustín- recuerdo que nos contas-
te de un episodio similar de cuando eras un niño, lo re-

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