Page 11 - EL PORTAL DEL TIEMPO

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cuerdo muy bien.
─Si, algo así, pero solo son ideas mías, no hay por qué
alarmarse.
─Me parece perfecto -dijo Agustín- vayamos a disfru-
tar de la noche, déjenme que me cambie y nos vamos, no
me tardo.
Y los tres emprendieron el viaje.
─¿Hacia dónde vamos? -preguntó Agustín.

─Vamos a la playa -dijo Gustavo.
─Está bien, aunque para llegar a ese lugar debemos to-
mar otro camino diferente por el que vamos, y la verdad no
está muy bueno.
─Es verdad -refirió Gustavo- además debemos pasar
cerca del viejo cementerio, y ya sabes, con Jorge aquí...
─¿Qué pasa conmigo? -exclamó Jorge- ¿Ya estás otra
vez? Mejor desvía a la derecha y vayamos a la ciudad.
Una muchedumbre de gente se encontraba esa noche en
el centro de la ciudad, ya que hacía muy buen clima y ade-
más era época de vacaciones como lo cité al principio. Gen-
te que venía de otros lugares y los mismos habitantes de la
misma.
─¿Qué les parece si vamos a la feria? -dijo Agustín- Está
llena de juegos, montaña rusa, la gran noria y muchísimos
más.
Los tres amigos se dirigieron al lugar. Estaba repleto de
gente, luces, música, el colorido era fascinante, la magia pa-
recía apoderarse de aquel lugar.
─Bueno, ¿Y ahora qué hacemos? -preguntó Agustín-
¿Hacia dónde vamos? Esto es inmenso, no pensé que tuvi-
ese tantas atracciones.

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