Page 9 - EL PORTAL DEL TIEMPO

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movimientos de arriba hacia abajo con su cabeza.
─Pero está bien, ve a traer tu coche y nos vamos.
─No, si estas así no, dejémoslo para mañana, ya no
volveré a insistir.
─Escucha, escucha -dijo Jorge- tal vez tengas razón y no
sea nada, como tú dices, solo está en mi imaginación, y
hasta me vendrá bien salir.
Y sin más preámbulos los dos se dirigieron en busca de

su amigo.
Jorge estaba muy obsesionado con que algo extraño o
malo ocurriría en esos días, aunque no podía saberlo con
exactitud, pero fue en su niñez cuando por primera vez ha-
bía tenido esta especie de presentimientos, a lo cual al cabo
de poco tiempo sucedió algo extraño en el pueblo donde
creció.
No tuvo una infancia muy fácil, pocos amigos, diversas
escuelas, ya que debían mudarse de ciudad en ciudad por
el trabajo de su padre, le gustaba mucho leer libros de a-
venturas, ciencia , física y sobre todo libros de astronomía.
Ya establecido en esta ciudad decidió vivir solo, al-
quiló un departamento y se puso a trabajar en la biblioteca
pública, ya que le gustaba mucho la lectura, le venía como
anillo al dedo, allí conoció a Gustavo y Agustín, este prime-
ro, ahora su vecino. Jorge no era una persona de muchos a-
migos, más bien solitario se podría decir, pero era su modo
de ser.
─¡Cuidadooo! -exclamó Jorge con voz fuerte- casi atro-
pellas a ese perro, ¿Acaso no lo viste? ¿Te estás quedando
dormido?
─No. -respondió Gustavo- Solo me distraje un segundo,

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