Page 18 - VENGANZA
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           conexiones, entre narcos locales y otra del interior del país, que
           cayeron  en  cuestión de  meses.  Su mano  derecha  adentro  de  la
           fuerza es Jorgelina, le costó un triunfo sacarla de aquel  sótano de
           mierda.  Finalmente   logró hacerle entender que para él  es muy
           importante tenerla cerca. La que no está muy contenta es la flaca,
           sabe que tuvieron un entrevero hace años atrás y los  mira con
           recelo.  Igualmente  la convivencia ahí adentro es normal,   casi
           perfecta se podría decir.
                   En los últimos días,  la ciudad  ha comenzado a ponerse
           nerviosa, Severino tiene un sexto sentido para esto. Una especie
           de alarma interior, que le avisa cuando los decibeles del crimen
           comienzan a levantar temperatura. Ha venido siguiendo de cerca
           la delincuencia a niveles organizativos, sondeo que lo ha  llevado
           a descubrir  pequeñas  escaramuzas  entre  las pandillas  locales.
           Situación que no coincide de ninguna manera, con la calma que
           pareciera estar viviendo la metrópoli.
                Siente y presiente que es una  paz  ficticia, se respira una
           extraña calma inducida. Es como si alguien; no tiene idea quien,
           no quisiera que se rompa la armonía. El  día que el pacto reviente
           por los aires, habrá  tantas esquirlas desperdigadas  por ahí,  que
           los daños colaterales serán incontables. Para que esto no lo
           sorprenda, deberá andar con pies de plomo y prestar atención a
           cada movimiento de los grupos narcos. Aprendió hace un tiempo
           atrás, que nada es lo que parece, por las dudas tiene las antenas
           paradas y espera… Esperar siempre fue su principal virtud.
                  Desde aquella charla que tuvo con el “Bebote” nunca
           pudo quedarse tranquilo. El hijo de puta se ha convertido un tipo
           frio y astuto, que en estos últimos años ha acumulado demasiado
           poder.  Sus  tentáculos crecen  sin pausa   envolviendo  a  su paso,
           toda la mierda que encuentran. Son una especie de imanes gigan-
           tes y gomosos, que adhieren a su estructura pegajosa, cualquier
           negocio sucio y rentable que este fuera de la ley.
                  Hace unos meses le ha llegado información que Álvarez,
           ese es su apellido, sigue haciendo de las suyas sin descanso. El
           negocio de la ropa ya no es su fuerte, está buscando posicionarse
           en la industria de la falopa. Para ello  se ha asociado a un peso
           pesado, el Dr. Arturo Merlo  ex gobernador y actual senador en

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