Page 14 - NUESTRO-HIJO-ASPERGER

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Esa tarde mi esposo estaba en el dormitorio mirando un
partido, yo me encontraba en el comedor con el más pequeño.

Alrededor de las ocho de la tarde Andrés se encontraba en
su cochecito, yo, como todos los días me dirigí a la cocina para
preparar la leche. Al llegar con la mamadera lista, tomo el
cochecito y lo giro para dejarlo frente a mí, en ese instante el
pequeño se estaba incorporando en sentido contrario y cayó al
piso.

No fue un gran golpe y tampoco muy fuerte, su caída sería
de aproximadamente cuarenta centímetros de altura. En un
primer minuto se quedó callado luego comenzó a dar gritos
descomunales, todo sucedió en milésimas de segundos. Mi
esposo llegó corriendo a mi lado y me lo sacó de las manos. Se
dirigió al baño y le mojó la carita en la desesperación, fue lo
primero que se le ocurrió hacer. A los pocos segundos se quedó
callado y sus brazos y piernas se pusieron rígidos hacia atrás y
sus ojos quedaron abiertos con la mirada perdida y la cabeza
tirada hacia la espalda.

Mi esposo me lo pasó nuevamente y salió corriendo a
buscar un auto para llevarlo al hospital. Regresó rápidamente lo
tomó en sus brazos, subió al auto y partieron rumbo al hospital
tocando bocina, pidiendo vía libre, ya que su carita se estaba
poniendo morada.

Yo quedé en casa con mis dos hijos menores que estaban
jugando en el patio y sin tener vecinos cerca. La casa en la que
vivíamos era de la bodega para la cual mi marido trabajaba y el

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