Page 10 - VENGANZA
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levanta la vista y lo mira desencajado, parece rogarle que le pegue
un tiro.
Guarda el arma logra ponerlo de pie, y lo lleva a los
empujones para adentro de la casa, llama a la central solicita que
envíen una ambulancia y un patrullero. Notifica que acaba de
encontrar al comisario en su casa, con un arma en la mano y a una
mujer con un disparo en la cabeza. Les pide que tengan el mayor
recato posible, no quiere a la prensa hinchándole las pelotas, al
menos por ahora.
En pocos minutos el lugar es un hormiguero, una veintena
de personas acuden al lugar entre policías y peritos. Buscan y
rebuscan, solo encuentran una vaina de bala, que al cotejarla con
el arma que tenía el comisario en sus manos, seguramente
coincidirían un ciento por ciento.
Le duele ver a Olguín con las manos esposadas, el gordo
es un cabrón de mierda, pero después de todo, había sido el
único que siempre le había tendido una mano. Varias veces el
comisario había intercedido ante los jefes por él, aquello lo pone
mal. Esta vez aunque quisiera, no podría dejársela pasar. El
Gordo esta con la mierda hasta el cuello, solo le queda evitar que
termine ahogándose en ella. Una de las formas la más onerosa, es
meterlo preso le duele hacerlo pero es una buena solución.
Un milico jovencito se cuadra ante él y le informa que
Eleonora acaba de despertar y está pidiendo por el insistente-
mente. Deja todo lo que está haciendo y corre hasta donde se
encuentra la flaca. La encuentra boleada todavía, los ojos le bailan
otra música, apenas si puede hablar. La toma entre sus brazos, la
traslada hasta el auto, se sienta al volante y emprende el regreso.
No quiere por nada del mundo que la oigan decir algunas cosas
inoportunas, ya tienen un culpable lo demás lo borrara el tiempo.
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