Page 7 - HUELLAS DE UN ANDAR
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HUELLAS DE UN ANDAR Raúl Villarromero
Andar por la vida no es sólo el afán de sumar
kilometraje. Es intentar salir victorioso hasta de los más
duros trances. Es tratar de protagonizar nuestra propia
existencia. Hilvanar con paciencia, amor y mucha voluntad,
nuestros sueños más preciados e intentar cristalizarlos.
Es disfrutar a pecho abierto la espiritualidad y com-
partir las bonanzas, que la dicha nos alcanza. Es aprender
de cada cosa, aprender por ejemplo que, guarda espina la
más bella rosa.
Es celebrar alegremente, en cada nuevo día todas
las bendiciones recibidas y la hermosa posibilidad de poder
intentar una vez más, ser Feliz, ser dueño de nuestro des-
tino. Compartir alegres el pan y el vino. ¡Brindar por los
amigos y la buenaventura de tenerlos¡
Es animarse a dibujar sonrisas, a descubrir y ben-
decir la alegría. Animarse a amar y andar la vida, aunque
nos muerda las vísceras el dolor, aunque momentáneas
tinieblas, quieran negarnos la dicha de ver y disfrutar el sol.
Buscar en continuo peregrinar más allá del hoy, la paz
soñada, esperada, y en un abrir y extender los brazos,
ejercitar la solidaridad del tibio y fraternal abrazo.
Amar es Dar… simplemente por Dar. Ofrendar amor
a cada ser necesitado que se nos cruce en el camino,
porque todos, tarde o temprano tendremos necesidades.
Hay que dolerse y actuar ante la mirada triste de un niño,
apartar la indiferencia que nos lastima más que el propio
mal. La vida es el primer y gran compromiso que debemos
asumir.
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