Page 8 - HUELLAS DE UN ANDAR
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Raúl Villarromero HUELLAS DE UN ANDAR
Hay que ser capaz de reconocer nuestros defectos y
miserias, para poder corregirlas o minimizarlas para no
molestar ni dañar a nadie. Para aprender de nuestros erro-
res, porque no es tan tremendo equivocarse y más aún cu-
ando de allí, podamos sacar una enseñanza, una certeza.
Porque afortunadamente no somos perfectos y tenemos
por ello, la posibilidad, de ser un poco mejor cada día.
La vida a cada paso, nos va regalando historias que
vivimos en carne propia, que vemos o percibimos en nues-
tra gente. A veces duelen, otras nos alegran, nos enseñan
o reconfortan. Por eso yo las recojo, las hago mías, aporto
mi opinión y porque no, mi fantasía. Luego las comparto.
Hoy te entrego a manos llenas, todas las que tengo.
La vida nos incumbe a todos por igual, en lo indi-
vidual y colectivo, por eso es que no hay lugar para distrac-
ciones ni para eludir responsabilidades. Hay que buscar
siempre la verdad, porque en ella está Dios y el lenguaje
universal del entendimiento y del amor.
Raúl Villarromero
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