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ejercer su mandato. El nivel futbolístico de la liga sureña era bueno.
Quienes asumieron en diciembre de 1979 tuvieron un problema que
los preocupaba: cuando les tocaba jugar de local, el piso de la cancha
tenía abundante ripio, lo que dificultaba la realización de los
eventos. Para revertir la situación, pensaron en hacer un bono
contribución que, por primera vez, puso como premio un auto en la
historia de Malargüe, un Fiat 600. Con esa recaudación se fueron
concretando las prioridades. Carim junto a Carlos Arias, miembro
de la comisión, viajaron a la zona rural de San Rafael para la contra-
tación de una empresa perforadora de pozos de agua.
Durante su gestión que duró doce años, hasta 1991, se rea-
lizaron las siguientes obras: una perforación y colocación de una
bomba de succión a diecinueve metros de profundidad, sembraron
la cancha de futbol, cambiaron los arcos de madera por unos de
hierro, consiguieron las conexiones de gas y la caldera para la pileta
climatizada.

Algunas empresas petroleras y el municipio siempre
apoyaron la gestión en el club. Con todo esto era el momento de
romper con el mote de ripiera al terreno de juego azul-oro. Para ello
se volcaron ciento ochenta camionadas de tierra negra y se sembró
por primera vez el piso. Este intento fue asesorado por los dirigentes
del Club Independiente Rivadavia de Mendoza y el césped se
compró en la provincia de San Juan. Con el dinero que sobró de
aquella rifa, se hicieron las instalaciones de gas para la caldera de la
pileta. El tema era conseguir la caldera.
En el año 1987, en plena campaña electoral, visitaron Malar-
güe el licenciado en sociología y candidato a gobernador José Octa-
vio Bordón y el candidato a vice-gobernador Arturo Lafalla. La
comisión del club fue invitada a una cena de las fuerzas vivas del
sur y Rasso al hacer uso de la palabra, interpeló a los candidatos y

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