Page 17 - AIRES DE NUESTRA TIERRA
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Don Bombal hizo trazar en sus tierras dos canales: diseñados por
don Bernardino Izuel, y construidos a pico y pala por los obreros de la
estancia; con los que pudo regar sus tierras, plantó barreras de ála-
mos, con el objetivo de parar los vientos. Lo cierto que el mayor desa-
rrollo económico de Bombal era la ganadería; poseía un excelente
ganado que vendía a Chile, Buenos Aires y al resto del país. Consideró
óptimo tener una plantación de trigo, ya que con ello se abastecía para
consumo local.
Dice en una carta Don Domingo Bombal: "Tengo cercadas unas
tres mangas que no alcanzan a cien cuadras (150 ha), la mayor parte
de campo, pues con alfalfa habrán en todo veinte y tantas cuadras". El
ganado se había dispersado, en su mayoría sin marcas, por lo que "la
crianza lucrativa se hace ilusoria como la ha sido hasta hoy y con este
motivo he tenido que dar a medias durante el año pasado el ganado
que se tomase en esos campos...". Sólo había un peón permanente y
el documento no menciona construcciones ni otras mejoras, salvo el
cercado. "Fuera de la protección de las fuerzas... se halla ubicado otro
campo que compré al Estado... Inmensos son los sacrificios que estoy
haciendo para fomentar este campo que hoy nada produce y lo he
repartido entre algunos a quienes se les pasa una suma trimestral para
que vayan labrando...". Esta larga y tal vez tediosa descripción, es
necesaria no obstante, para comprender el proceso de ocupación del
territorio y su valorización, así como la relación jerárquica y funcional
que se establecía en el espacio geográfico.
Nos cuenta el historiador Richard, en su trabajo: “Poder, econo-
mía y Sociedad en Mendoza desde 1850 a 1900”, que: “Domingo Bom-
bal, comerciante de efectos, introducía ganado en Mendoza desde la
década de 1830. Por su actividad comercial tenía vínculos con Buenos
Aires y Chile, desde donde importaba mercaderías como mayorista. A
fines de los '50, como consecuencia de no habérsele reintegrado un
préstamo, se convirtió en criador de ganado, al pasar a su "dominio"
(luego propiedad) una estancia sobre el río Diamante, a la que agregó
otras cuatro en la misma zona sanrafaelina. En los años '70 Bombal
disponía de casi 300 ha de potreros alfalfados para invernada y era ya
un fuerte exportador de ganado. Este es un caso de lo que hoy se
consideraría como integración hacia atrás; es decir, partiendo del
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