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históricos, con índices de pleno empleo y con una sociedad consciente de sus derechos.
Durante este periodo, en Mendoza volvía el peronismo a ser gobierno, primero con Celso
Jaque (2007-2011) y luego con Francisco Pérez (2011-2015). El gobierno de Jaque estuvo marcado por la
lucha contra la inseguridad, uno de los reclamos de los mendocinos por esos días. Hizo fuertes inversiones
en los establecimientos educativos y estatizó Obras Sanitarias Mendoza bajo el nombre de AySaM. Para fin
de su mandato dejó un decreto donde establecía el régimen de concursos e ingreso al estado.

Por su parte, el gobierno de “Paco” Pérez se encontró en un comienzo con la recesión pro-
ducto de la crisis mundial de 2008 pero esta finalizaría en los años posteriores. En su mandato se puso fin
a la promoción industrial y la tasa cero en la refinanciación de impuestos. Formó la Empresa Provincial
de Energía, EMESA y la Agencia de Ordenamiento Territorial y asistió a 2.929 personas que quedaron sin
empleo por la salida de la minera Vale. Con relación a la vitivinicultura, creó la bodega estatal de los con-
tratistas. El final de su gobierno no fue fácil, con minorías en las cámaras comenzaron a tener dificultades
en la dinámica de la gestión, provocando atrasos de días en el pago de los salarios públicos. Así cerraba el
último periodo de gobiernos peronistas en Mendoza, por ahora.

Año 2015-2019
Argentina cerraba el año 2015 con crecimiento económico después de un par de años de re-
cesión. El fuerte crecimiento de la década anterior encontraba su límite en la falta de dólares y la sociedad
elegía a Mauricio Macri en las elecciones de ese año, con una plataforma mediática que prometía resolver
los problemas del modelo kirchnerista, pero sin quitar ningún derecho conquistado por la sociedad. Ape-
nas iniciado su gobierno, esa promesa parecía olvidada y comenzó una fuerte desregulación económica,
acompañada de devaluación y apertura de la economía, comenzaba así un nuevo periodo neoliberal. El
gran déficit fiscal que generaban las políticas de baja de impuesto a los sectores más ricos de la Argentina
y la imposibilidad de desandar un sistema de protección social que el pueblo había hecho propio, fue
financiado por un vertiginoso endeudamiento en el mercado de capitales, tanto en pesos como en dólares,
aprovechando el bajo nivel de deuda heredado del anterior gobierno, lo que originó en 2018 el regreso del
FMI con un préstamo de 54.000 millones de dólares. El más grande en la historia del organismo, y que has-
ta el día de hoy está en duda su legalidad. Como consecuencia de las políticas, la pobreza y el desempleo
volvieron a ser moneda corriente, la eliminación de la administración del comercio internacional, destruyó
la industria nacional que se estaba reconstruyendo después de la década del 90 y la crisis del 2001. Este
modelo de megaendeudamiento y formación de activos en el exterior o “fuga”, llega a su límite en apenas
2 años. Con el gobierno de Macri, finaliza un periodo de valorización de la política y comienza una estadía
bien conocida por todos, las recetas del Fondo Monetario Internacional.

La situación social, como en otros momentos de la historia no tan lejana de nuestro país,
acompañó el deterioro económico. Pero a diferencia de aquellos ciclos, este encontró a una sociedad or-
ganizada en casi todos sus sectores, sociales, sindicales, estudiantiles y políticos. Fue esta organización
ciudadana lo que permitió organizar el reclamo y sostenerlo dentro de la discusión política. Casi 40 años de
vida democrática no vinieron solos, la sociedad finalmente encontró en los instrumentos de la democracia
la salida a un gobierno que parecía deteriorar la calidad de vida todos los días.

Mendoza no estaba ajena al modelo liberal de valorización financiera impulsado por Macri,
parecía encontrar en quien fuera electo gobernador en el año 2015, Alfredo Cornejo, su mejor discípulo. A
tono con los tiempos de cambio, Mendoza aumentó fuertemente su deuda pública, sobre todo en moneda
extranjera. Se produjeron cambios en Código Procesal Penal, el Código Procesal de Familia, el Procesal
Administrativo, el Procesal Laboral y el nuevo Código Contravencional o Código de Faltas y Código Procesal
Civil. Al final de su gestión, Cornejo expuso entre sus logros a la disminución de empleados estatales y fun-
cionarios políticos. Mendoza salía de la búsqueda de construir un estado provincial fuerte, que recuperara
los instrumentos para el desarrollo de la provincia, que iniciara Julio Cobos en 2003 y se sumaba a una
nueva ola de desregulación económica y financiera, y capitalismo de amigos.

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