Page 18 - HUELLAS DE UN ANDAR
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Raúl Villarromero HUELLAS DE UN ANDAR
señalada”, comprenderemos que evidentemente, en algún
momento, deberemos PARTIR.
La vida y la muerte inseparables son. O para decirlo
mejor, la vida trae en sus maletas, la muerte.
¡Y el solo pensarla nos enseña a valorar cada
minuto vivido! ¿Cómo temer a la muerte, si es parte de la
vida? De la vida que es HOY, y que debemos vivirla
intensamente, segundo a segundo. Amando hasta agotar
nuestra capacidad de amar. Perdonando las ofensas y los
agravios, nutriéndonos con la cantarina alegría, con la
esperanza compartida.
En lo profundo de nuestro ser existe algo que por
siempre sobrevivirá, y que no puede ser destruido ni por el
tiempo ni por el olvido.
Por eso, debemos entender y aceptar que el duro y
temido momento algún día llegará. Seremos nosotros, será
algún ser querido, quien partirá primero… ¿cómo saberlo?
Ha de ser sin dudas, el final de una vida, el comienzo de
otra.
Al igual que al nacer, estallaremos en llanto, y esta
vez, sentiremos en nosotros, los lacerantes aguijones del
dolor. Dolor por quien ha partido, y por quienes quedamos.
Nos percataremos entonces, que tendremos que
aprender a vivir, esta vez, ya sin quien ha partido. Y no
siempre sabemos el “¿cómo se hace?”.
¡Es tan tremendo el desgarro sufrido! ¡Es tan grande
la pérdida del ser querido, como abismal el desamparo y el
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