Page 10 - EL AGAPITO
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                                  Fabián Hathallah


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           momentos el imputado era defendido por  un  abogado al  que
           la  familia  había  contratado por  intermedio de  intermediarios

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           llamados punteros que trabajaban, a cambio de veinte o treinta
           por  ciento  de  lo  que se  recaudara,  para  ciertos  abogados
           especialistas en los primeros momentos del proceso. Los deses-
           perados  clientes accedían a sus  servicios ante las promesas de
           resultados exitosos y en poco tiempo, a cambio de poca plata o
           de un electrodoméstico o vehículo viejo y con problemas de
           papeles.

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                 Al poco tiempo los desilusionados clientes caían en la
           cuenta de que la cosa no era tan fácil y que había que hacer un
           mayor esfuerzo  económico  para  contratar  a  un  abogado  más
           serio o conformarse con el defensor de pobres y ausentes.
                 Por  lo  general  yo  me  entrevistaba  con  los  parientes  del
           imputado en el estudio al que  concurrían casi  siempre por
           alguna  recomendación. Lo primero que les preguntaba a los
           clientes al momento de sentarse frente al escritorio era si
           todavía conservaban al otro abogado o si ya se habían desvincu-
           lado, por cuanto tenía como norma no asumir la  defensa de
           nadie mientras todavía figurara como defensor otro abogado en
           el expediente.
                 Paso seguido, escuchaba con  atención el  relato de los
           clientes.  Relato a su medida en el que siempre sus hijos o
           esposos, eran víctimas de una injusticia de las autoridades, sobre
           todo de la policía.





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             El imputado era el sujeto que en los primeros actos del proceso, se supone
           había participado del delito.
           3  En el lunfardo abogadil de la época, también llamados mojarras o mojarritas
           por la similar función de carnadas que cumplían al igual que los diminutos
           peces.
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             Se calculaba aproximadamente un mes.
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