Page 20 - EL AGAPITO
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Fabián Hathallah
pronto, de los vecinos, lo único que se podía esperar era que
dijeran que el bebé lloraba y lloraba. Hay que tener en cuenta
que el barrio recién se entregaba por lo que la gente poco se
conocía. Además, durante la etapa de la investigación, los
vecinos, nada sustancial habían aportado para la causa. Menos
aportarían en el debate. Todo transcurría según lo esperado. Con
las respuestas dadas por Esther al Fiscal en nada comprometía al
imputado por lo cual lo cual las preguntas a formular por parte
mi parte tenían que ser pocas y lo más concisas, concretas y
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directas posibles . De nada valía arriesgar. Cualquier defensor
sabía que si se juega al siete y medio, plantarse en siete es una
buena estrategia. No sea que aparezca alguna sorpresa.
Hice la pregunta directísima y, por lo demás, pelotudísima,
pero también, a la postre, utilísima.
-Sra. Esther, dígame: ¿En alguna oportunidad vio al Sr.
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Torres golpear a su bebé ?
-No.
-¿Alguna vez vio al Sr. Torres golpear a su esposa?
-No.
-¿Alguna vez escuchó algo que le hiciera suponer que el Sr.
Torres estuviera golpeando a alguien?
-No.
-No tengo más preguntas Señor Presidente.
-Está desocupada- dijo el Presidente y ordenó que pasara el
testigo que seguía.
Juan Carlos Cardello, el testigo que seguía, tenía setenta
26 En realidad, la lógica indicaba que la defensa no tenía que formular ninguna
pregunta pero, ya sea por el espíritu de timbero que anidaba en Agapito o
para justificar los honorarios frente a los clientes, lo cierto es que algo tuvo
que preguntar.
27 Pregunta por demás pelotuda. Nadie le va a pegar a un bebé delante de un
vecino.
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