Page 21 - ASESINO
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Descubre que el pobre tipo—el camionero—hace meses, que
anda a los palos con las águilas. Después de aquel accidente que tuvo
en Salta, le había costado una fortuna reparar el camión. Fue entonces
cuando pensó, que el juego lo ayudaría a recuperar lo perdido.
Comenzó a apostarles a los caballos, a los galgos, a la quiniela…
Nada de eso le dio resultado, al contrario; se ha hundido hasta
las orejas en el mar de la desesperación. Las deudas lo tienen
acorralado, las olas comienzan a llegarle al cuello. En ese momento, es
cuando aparecen los problemas con Miranda, su frágil y pobre esposa.
Jorge hace un largo tiempo, que está al tanto de lo que viene
sucediendo en la pareja. Es el momento adecuado para arrojar sus
cartas sobre la mesa. Confía plenamente en su estrategia, y sin
dudarlo en lo más mínimo, comienza a hacerle el trabajo fino.
Cuando se encuentra a una mujer con el corazón roto, es más
fácil convencerla de que haga lo que uno quiere. La fragilidad mental y
sentimental en la que se ve sumergida, siempre termina jugándole en
su contra.
Hace lo que dicen los libros en esos casos, la trata con amor,
respeto y cariño. Finalmente después de un tiempo acosándola—por
así decirlo—termina arrinconándola. Podría decirse que la tiene a sus
pies.
Desde un viejo portarretrato apoyado sobre el escritorio, su
madre lo observa. No alcanza a decodificarle la mirada. No puede
deducir, si lo está observando con cariño, o simplemente es una
mirada desconfiada. Internamente cree que ella recelaba un poco de
él. Que por alguna razón, se había dado cuenta de sus adicciones un
tanto extrañas.
Esta seguro que sus sospechas comenzaron, el día que encontró
al gato de la familia, de un alambre en el galpón del fondo de la casa.
Debe haber sido la primera vez, cuando ella le pregunto qué había
sucedido con el pobre animal, él simplemente le respondió que ya lo
sabía. Recuerda que ella lo miro fijo sin emitir comentario alguno
sobre el hecho, solo dio media vuelta y se fue. Terminó de
confirmarlo, cuando por la noche la escucho llorar en su cuarto a solas.
No se preocupó demasiado por ella, sabía que acarreaba serios
problemas de personalidad. A veces lloraba por cualquier cosa. Y otras
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