Page 16 - ASESINO
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el último año en el Colegio Nacional. Jamás había tenido problemas
con la policía, tampoco en su núcleo familiar. Tiene un hermano
menor y sus padres, ellos están separados pero mantienen una
excelente relación.
El hombre sentado al fondo del cuarto, anota en su cuaderno
cada una de las preguntas y las respuestas. Se lo ve muy atento a lo
que sucede, no es su intención estar en la boca del lobo porque si
nada más.
Sandra Ortuvia, de radio la Red levanta la mano y descarga otra
pregunta…
— ¿Se conocen los motivos de la muerte?...
—La mataron con un elemento corto punzante, podría ser un
cortapapeles, o cualquier otra cosa que sea muy fina y tenga filo. En
estos momentos se está realizando la autopsia, seguramente para esta
noche, o mañana, tendremos mayor precisión. “El viejo” responde
tranquilo y pausado. Pero puede olfatearse en el aire, que a medida
que avanzan las preguntas, su encono aumenta…
El extraño anota todas las preguntas, en su cuaderno de tapas
verdes y piensa—No están muy alejados en la teoría—. ¿Aunque quien
usaría hoy en día un cortapapeles para matar? —Sostiene para sí—Es
mejor un picahielos, eso cualquier aprendiz lo sabe, es mucho más
filoso y no tiene un patrón de fabricación.
Deja de lado por un momento, las suposiciones estúpidas y
continúa escuchando…Lucero ha bajado un poco los decibeles, se
explaya en cada respuesta con detalles muy precisos. Demasiados para
lo que el caso amerita…
—Recibió el pinchazo detrás de la oreja, casi en la base del
cráneo, causándole la muerte en segundos, quien lo hizo posee
algunos conocimientos en medicina. El aguijonazo fue efectuado con
precisión extrema, podría tratarse de una casualidad, pero eso está
prácticamente descartado.
Otro error– anota y recapacita el hombre de la silla. En cualquier
tutorial de internet, se puede aprender a matar. Aunque llegado el
momento de actuar, se tenga que cambiar de víctima. Para el caso es
lo mismo un cerdo, una vaca o un ser humano.
Continúa la ronda de preguntas, hasta este momento las caras
que lo rodean, escupen el desconcierto a los cuatro vientos.
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